Atrás Beatriz Sánchez: “La trata es conocida como la esclavitud del siglo XXI porque supone una forma intolerable de explotación del ser humano mediante su cosificación”

30 de julio de 2022

Beatriz Sánchez: “La trata es conocida como la esclavitud del siglo XXI porque supone una forma intolerable de explotación del ser humano mediante su cosificación”

Día Mundial contra la Trata de Seres Humanos. 

Entrevista a Beatriz Sánchez Álvarez, Fiscal de Sala Coordinadora de Extranjería.

 

- Recientemente, ha asumido el cargo de Fiscal de Sala Coordinadora de Extranjería, aunque lleva más de diez años dedicada a esta especialidad. ¿por qué afirma que la trata de personas es la esclavitud del siglo XXI?

Desde que la humanidad existe se han dado diferentes formas de esclavitud, si bien, la trata de seres humanos, tal y como hoy la concebimos, tiene una idiosincrasia propia y unas características que la diferencian de las anteriores, básicamente derivadas de la globalización, la mejora de los medios de comunicación, la facilitación del transporte y  el desarrollo de las nuevas tecnologías.

La trata es conocida como “la esclavitud del siglo XXI” porque supone una forma intolerable de explotación del ser humano mediante su “cosificación”, convirtiendo a las personas en mercancías, en productos que se pueden utilizar, alquilar o vender. A las víctimas se las priva de su dignidad, se les sustraen los derechos y libertades que las conforman como personas y que las pertenecen como tales.

- Nos gustaría que nos dibujara el perfil de las personas que sufren esta situación…

No hay un perfil específico de trata de seres humanos. Cualquier persona que pase por un momento de vulnerabilidad puede ser víctima de este delito y ser captada a través de los diferentes medios comisivos, constituidos por el engaño, la violencia, la intimidación o el abuso

Lógicamente, los sectores más vulnerables de la población, aquellos que por sus especiales circunstancias de pobreza, desigualdad o violencia previa, desean mejorar sus condiciones vitales son más propensos a caer en redes de explotación, ante el ofrecimiento de una vida más atractiva. El hecho de tener poco que perder conlleva asumir riesgos que en otro caso no se aceptarían y el engaño funciona con mayor facilidad.   

En la mayor parte de los casos, las víctimas proceden de países subdesarrollados económicamente o en vía de desarrollo, que vienen a nuestro país en busca de una vida mejor. En muchas ocasiones, en ese proceso migratorio se genera una deuda que, después, tiene que ser satisfecha mediante la explotación. Este sería el perfil común del 80 por ciento de las víctimas de trata que tenemos.

La trata afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas, el grupo de personas con mayor factor de vulnerabilidad. Las mujeres sufren mucho más la pobreza que los hombres. Se habla de la feminización de la pobreza. En situaciones de crisis y pobreza, las mujeres y las niñas tienen menores posibilidades de acceso al trabajo remunerado, asumiendo, además, tradicionalmente tareas, como el cuidado de los hijos, los mayores o los familiares enfermos, no retribuidas y con una gran implicación personal.

Según datos de Naciones Unidas solo el 20 por ciento de las tierras de propiedad privada, están en manos de mujeres. Es decir, las mujeres somos potencialmente más pobres y con mayor cúmulo de factores de vulnerabilidad.

En nuestro país, aunque se están detectando otras formas de trata como la dirigida a la explotación laboral o la destinada a cometer conductas delictivas, los casos más comunes de trata siguen siendo los que tienen como finalidad la explotación sexual que afecta en un 99 por ciento a mujeres y niñas.

En conclusión, si bien no se puede hablar de un perfil único de víctimas de trata, el mayor número de ellas son mujeres jóvenes, procedentes de países económicamente subdesarrollados y que han atravesado un proceso migratorio donde se ha generado una deuda que luego tendrán que pagar mediante la explotación, que, habitualmente será sexual.

- ¿De qué áreas geográficas proceden las personas que son víctimas de esta trata? Como Fiscal de Sala Coordinadora, ¿qué papel tiene la cooperación internacional para la lucha contra este tráfico ilegal?

Las víctimas pueden proceder de cualquier país, incluso pueden ser españolas porque también cabe la trata interna, de hecho, hemos tenido víctimas procedentes de todos los continentes, aunque lo más común, es como ya hemos comentado, que procedan de los países más deprimidos económicamente hablado.

Las guerras y los conflictos bélicos, también son una maquinaria generadora de víctimas de trata, por la situación de labilidad en la que se encuentran las personas que quieren huir de tan peligrosa situación y que puede ser aprovechada por las mafias para sumirlas en la esclavitud. Ahora, todas las instituciones implicadas en la lucha contra la trata, estamos muy pendientes de poder identificar potenciales víctimas de trata entre los refugiados ucranianos y, en este sentido, se están adoptando medidas para su pronta detección, a fin de impedir la explotación de estas personas; pero debemos ser conscientes, de que no es la única zona del mundo en conflicto, y se debe estar atento de igual modo en todos los demás casos.

La relación entre la economía de los países y la trata es evidente, por ejemplo, hace 6 años, no teníamos prácticamente víctimas procedentes de Venezuela y, en la actualidad, es uno de los países de origen más frecuente. Las víctimas proceden de cualquier país, pero, generalmente, su número aumenta en aquellos países en los que la economía empeora sustancialmente. 

La evolución en la nacionalidad de las víctimas en cualquier caso depende también de otros factores, como el número de sentencias condenatorias que se dicten en relación a personas, grupos u organizaciones procedentes de un determinado país. Hace 10 años la nacionalidad mayoritaria de las personas que caían en estas redes, era la rumana y, posteriormente, fue la nigeriana que actualmente ha decaído notablemente, en mi opinión, esto se debe, entre otras cuestiones, al importante número de condenas por trata de seres humanos recaídas en relación a investigados de estos países

 La cooperación internacional es fundamental en la lucha contra esta lacra, porque es un delito claramente relacionado con la delincuencia organizada trasnacional. La cooperación policial y judicial, constituye una de las principales herramientas para luchar eficazmente contra estas actividades delictivas.

Si tú sólo investigas los hechos que se producen en tu país, podrás en todo caso retirar de circulación a los que, en un momento determinado, están dirigiendo la explotación aquí, pero si no cuentas con la cooperación internacional y no acabas con la cabeza de la organización, que, generalmente, se asienta en los países de origen, ni con la parte de la  red distribuida entre los países de tránsito, aquella se volverá a restablecerse una y otra vez, regenerándose con nuevos miembros.   

La cooperación es imprescindible pero muy complicada, especialmente con los países de África y Asia, así como determinados países de Sudamérica  o del este de Europa. Entre los países de la Unión Europea, la cooperación judicial es mucho más fluida, contando con herramientas como la orden europea de detención, la orden europea de investigación o los equipos de investigación conjuntos implementados desde Eurojust o Europol.

Existen otras herramientas internacionales muy útiles como la Red contra la Trata de Personas y el Tráfico ilícito de Migrantes (REDTRAM), constituida en el marco de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, y  que reúne a los fiscales especializados en estas materias de Iberoamerica y España, con el objetivo de favorecer la cooperación entre países en las áreas citadas, así como garantizar la protección de las víctimas. Un claro ejemplo de esta buena praxis, es la magnífica relación que mantenemos en este sentido con la fiscalía especializada de Paraguay, que está generando importantes resultados. Del mismo modo, recientemente hemos participado en un equipo de investigación conjunto con Colombia que ha resultado ser muy fructífero.   

Otro buen ejemplo de cooperación internacional, es el Magistrado de Enlace Nigeriano para la Trata y el Trafico de Personas, que fue desplegado por ONUDC hace 4 años en España con el fin de favorecer la tramitación de las comisiones rogatorias y la persecución de los responsables en el país de origen.

 En definitiva, La cooperación es difícil en ocasiones, pero muy necesaria.

- ¿España es escenario de una especial incidencia de la actuación de estas mafias o el tráfico de personas es un fenómeno global?

Por su situación geográfica, España es una de las principales puertas de entrada desde África hacia Europa, por tanto es un país de tránsito. Además, por pertenecer a la zona del bienestar, es también un país de recepción y explotación.

Influyen, además, otros factores. Tenemos una deficiente regulación relativa a los delitos finales, esto es, aquellos que regulan la explotación, que puede favorecer cierta impunidad. La falta de una penalización de los delitos de trabajos forzados, servidumbre y esclavitud es una gran asignatura pendiente que ya se está empezando a abordar a través del Plan Nacional contra los trabajos forzosos y otras iniciativas legislativas. La trata por explotación sexual tiene un caldo de cultivo abonado en nuestro país, ya que todavía no están penalizadas todas las formas de proxenetismo, tenemos que ser conscientes que solo con un modelo abolicionista, al estilo del francés, se puede luchar de forma efectiva contra la esclavitud sexual.

En definitiva, España tiene una especial situación geográfica, una situación económica favorable y una deficitaria legislación sobre delitos de explotación, lo que la convierte en un país especialmente propenso a este tipo de delitos. En todo caso, esto es un fenómeno global, ningún país es inmune a la trata, todos participan de un modo u otro, bien como país de captación, de tránsito o de destino y explotación. 

En España hay explotación sexual, laboral, para cometer actividades delictivas o para matrimonios forzados, no así trata para fines de extracción de órganos, porque tenemos una magnífica legislación en materia de trasplantes.

Otro de los grandes escollos para luchar contra la trata es la falta de sensibilización. Si seguimos pensando que las mujeres que ejercen la prostitución en la calle “es porque quieren”, no entenderemos que detrás de esta actividad, en más de un 90% de los casos, se esconde un drama humano de mujeres sometidas trabajando para sus proxenetas, en un régimen de esclavitud y servidumbre. De igual modo, si creemos que si un inmigrante, trabaja de sol a sol, en el campo, a cambio de un plato de comida, viviendo en condiciones infrahumanas, es porque en definitiva “se lo merece por estar en situación irregular” y que por lo menos en nuestro país come, estamos olvidando que los derechos humanos son para todos y todas, y nos costara entender el fenómeno de la trata y la explotación.   

- En este momento en España, ¿hablamos de explotación sexual o también laboral? ¿afecta igual a hombres y mujeres?

Obviamente, la trata sexual afecta en un 98% a mujeres y niñas y la trata con fines de matrimonio forzoso en un 100%.

Las víctimas de trata con fines de explotación laboral o para cometer actividades delictivas, afecta igualmente a mujeres y hombres, siendo levemente superior el número de estos últimos. Las mujeres se ven muy afectadas en ámbitos laborales que tiene atribuidos tradicionalmente, como el servicio doméstico o el cuidado de ancianos.

  - ¿Con qué instituciones o entidades colabora su Fiscalía para atender a las personas que padecen esta lacra?

La Unidad de Extranjería de la FGE, y los fiscales especializados, trabajamos en equipo con los grupos especializados de Policía Judicial (Policia Nacional, Guardia Civile, Ertzaintza y Mossos d’esquadra)   Estamos  coordinados con todos los fiscales delegados de extranjería, que a su vez están coordinados con los órganos judiciales para garantizar el buen fin de la investigación y la protección de las víctimas durante el procedimiento.

Asimismo, trabajamos con la Red de Trata que aúna a las principales Ong’s de protección de víctimas de trata.

Actualmente, estamos desarrollando un equipo de trabajo centrado en Ucrania, de cara a adelantarnos a la posibilidad de que estas personas puedan caer en las redes criminales que las exploten.

Desde la Unidad de Extranjería, lideramos otros equipos de trabajo, como el constituido para detectar a potenciales víctimas de trata en aeropuertos y lugares de llegada, cuando todavía no han sido captadas ni explotadas. En este sentido, colaboramos con policía y entidades como la Oficina de Asilo y Refugio, ACNUR o Cruz Roja, que están implicadas en este objetivo.

De igual modo, colaboramos y participamos activamente en iniciativas, estudios, capacitaciones y proyectos liderados  por otras organizaciones e instituciones, nacionales e internacionales, que intervienen en la lucha contra la trata, como la Relatoría Nacional contra la trata, CITCO, el Foro contra la trata con fines de explotación sexual (DGVG), UNODC, OSCE, universidades, colegios oficiales profesionales y ayuntamientos entre otros.

- Casi nos hemos olvidado de la pandemia, pero ¿cómo ha afectado para la expansión de estas redes? ¿Y las nuevas tecnologías?

La pandemia ha tenido una importante incidencia en el fenómeno de la trata de seres humanos, tanto durante el periodo de confinamiento como durante casi los dos años en los que, de un modo u otro, se han mantenido restricciones de movilidad. 

Durante este periodo de tiempo, descendieron notablemente los casos de trata, de todo tipo, toda vez que las fronteras se encontraban cerradas, lo que impedía o dificultaba gravemente el traslado de personas. La trata sexual se vio reducida drásticamente ya que, tanto la prostitución callejera como la ejercida en los clubes de alterne, se vio imposibilitada por las medidas de confinamiento y cierre decretadas. También se vio mermada la trata para cualquier otra finalidad por las mismas razones.

Lo anterior no quiere decir que no siguieran existiendo supuestos de prostitución coactiva y explotación de otras modalidades, pero estos se retrajeron a ámbitos más íntimos, a pisos o a lugares más opacos y ocultos; y esta tendencia se ha mantenido y persiste en la actualidad, especialmente en lo referente a la prostitución, lo que hace más dificultosa la investigación del delito y la detección de las víctimas.

Otro fenómeno que ya venía de atrás pero que se ha acrecentado y consolidado desde la pandemia, es el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, para captación, ofrecimiento y el control de las víctimas.  

 Otro efecto de la pandemia, es que ha aumentado el consumo de pornografía, y algunas ONGs alertan de que parte de la explotación sexual se ha trasladado a entornos virtuales, aunque lo cierto es que aún no hemos detectado casos de trata en este ámbito, pero es algo que habrá que explorar, especialmente a través del rastreo de redes. En mi opinión la pornografía no ha sustituido a la prostitución física, simplemente ambas conviven.  

- ¿Qué papel puede jugar la colaboración ciudadana para cooperar en la erradicación de este tráfico inhumano? ¿Cree que la sociedad española no es aún del todo consciente del drama diario que viven estas personas en nuestro país?

Debemos fomentar la sensibilización y el conocimiento del fenómeno en la sociedad.

Así, por ejemplo, respecto a la prostitución, delito final de la trata con fines de explotación sexual, no podemos seguir pensando que detrás de una mujer prostituida hay una mujer que accede a esa actividad voluntariamente, esto es un error, al menos en la mayoría de los supuestos.   

Hay tres factores fundamentales que nos dan la pista: El primero es que estas personas que ejercen la prostitución, al cabo de largos periodos de tiempo de hacerlo, siguen en la misma situación de penuria económica inicial y además padecen enfermedades; esto revela que el dinero está yendo hacia otro lado, hacia los proxenetas y los tratantes. 

En segundo lugar, en nuestro país, la mayor parte de las mujeres que ejercen prostitución proceden de países en situaciones críticas y muchas de ellas carecen de permiso de residencia y trabajo, lo que constituye un factor evidente de vulnerabilidad.  

Y el tercer dato es que, fuera de los casos de prostitución de lujo, estas mujeres no han tenido otra posibilidad distinta a la de someterse a la explotación. No somos conscientes de que si están en esta situación es por falta de opciones. De lo contrario, no pondrían en riesgo su salud y su integridad física. 

Lo mismo sucede con el resto de las formas de trata y explotación, la sociedad debe conocer que detrás de estas personas hay situaciones de esclavitud y daño, hay que atreverse a mirar y ser consecuentes con los principios que nos hemos dado como el  país democrático y de derecho que somos,

Si no cambiamos la mentalidad, no podemos ayudar en esta lucha, porque la tratar nos pasará desapercibida. Los ciudadanos no pueden ayudar a luchar contra un fenómeno que no reconocen como delictual y como una vulneración fundamental de los derechos humanos.

Por eso, las políticas públicas, tienen que ir dirigidas a la concienciación y sensibilización en relación a esta realidad.  

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