El Fiscal Coordinador de la Unidad de Medio Ambiente, Antonio Vercher, ha solicitado al SEPRONA, las Policías locales y a los Agentes forestales que realicen un mapeo con drones en las zonas de riesgo de incendios forestales y de aquellos puntos que, por su orografía, superficie forestal, temperatura y otras variables sean susceptibles de tener un riesgo alto de incendio.

Asimismo, el Fiscal recuerda que -como cada año por estas fechas-, se debe llevar a cabo una campaña de verificación en todo el territorio nacional para comprobar la existencia de los correspondientes planes de prevención locales de incendios forestales en los municipios que estén obligados a ello.

Además, Antonio Vercher solicita que se determinen las zonas más conflictivas en lo que respecta a incendios forestales en el territorio nacional, y que requieran un mayor nivel de control y vigilancia para prevenir el efecto de las llamas.

La Fiscalía adopta esta iniciativa, en el ámbito de sus competencias, con el objeto de mejorar la actividad preventiva frente a la lacra que suponen los incendios forestales en un escenario de sequía permanente, previsibles altas temperaturas en verano y escasa limpieza de los bosques.

Comunicación a la red de Fiscales de Medio Ambiente
De forma simultánea, Antonio Vercher ha enviado un oficio a la red de Fiscales especialistas en el que les recuerda que la prevención de los incendios forestales es una prioridad de esta Fiscalía. Por tanto, les exhorta a poner en marcha las actuaciones previstas dentro de las campañas anuales que el Ministerio Público viene realizando en estos últimos años para prevenir los incendios.

En el oficio se recuerda que -según los datos aportados por el Ministerio de Transición Ecológica-, durante el año 2023 ardieron en España un total de 89.068 hectáreas, siendo el cuarto peor año del decenio, y hubo 20 grandes incendios forestales, que superaron las 500 hectáreas de extensión cada uno.

Por último, Antonio Vercher recuerda a los fiscales que deberán prestar especial atención en sus respectivos territorios a aquellos puntos que impliquen riesgo de incendio forestal, como pueden ser los vertederos, líneas eléctricas, líneas de ferrocarril, zonas recreativas, e incluso campamentos juveniles situados en terrenos forestales.