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En momentos de severa crisis económica internacional por los que atravesamos, quiso el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, quiso dejar bien claro, durante su intervención en el Forum Europa-Tribuna Galicia, que lo que realmente debe importar, tanto a jueces como fiscales, no son tanto los problemas de orden corporativo que tenemos como el tratar de superar, de cara a los ciudadanos, esa percepción “aparentemente cada vez más deteriorada que esos mismos ciudadanos tienen de la acción de la Justicia en España”. Debida, apuntó el Fiscal, a “un preocupante desconocimiento de la realidad”.
Un desconocimiento que el Fiscal achacó a dos razones. Una, la importante falta de adaptación del sistema español de Justicia a las exigencias de una sociedad democrática y moderna, y otra, “no sabría decir si más importante aún”, apostilló, derivada de “la falta de pedagogía por parte de los políticos y los medios de comunicación, por ser quienes tienen una mayor capacidad de acceso continuo a la opinión pública”.
En el trasfondo de esta mala imagen, “que pasamos de ser respetados a ser selectivamente denostados”, Conde-Pumpido se mostró convencido de que todo se debe al análisis que, por parte de esos medios de comunicación, se hace cuando se persiguen delitos de corrupción política, urbanísticos, económicos, contra el medio ambiente contra la violencia de género. Nuevos crímenes, “diferentes de los de toda la vida”, que no son analizados ni jurídica ni sociológicamente, sino “estrictamente desde la vertiente política, con descalificaciones ayunas de argumentos”.
Para tratar de superar esta situación, el Fiscal General puso un par de ejemplos sobre la mesa que “si muchos ciudadanos los conocieran no tendría tanto predicamento la imagen del Ministerio Fiscal identificado con la individualidad del Fiscal General del Estado”. Como que el Ministerio Fiscal español es “seguramente el único en el que un fiscal puede negarse a cumplir una instrucción de su superiores alegando, no ya que la instrucción es ilegal, sino incluso que es improcedentes”, o que “España es el único país del mundo en que el Fiscal, bajo los principios de legalidad y unidad de actuación, está presente en todas las instancias jurisdiccionales”.
En línea con la autonomía funcional del Fiscal, Conde-Pumpido anunció un paso más, como es “una nueva Instrucción que afectará a la fase de ejecución de la sentencia, en la que la vigente Ley de Enjuiciamiento Criminal prácticamente se olvida de que el Fiscal existe”, ya que no es de recibo que “una institución de ámbito estatal como el Ministerio Fiscal no tenga la capacidad de poner sus mejores recursos, sus profesionales mejor preparados, sus conocimientos más avanzados, allí donde los necesitan los ciudadanos afectados por el delito”.