El Fiscal de Seguridad Vial participa en unas jornadas multidisciplinares en torno a la educación vial

Las IX Jornadas Estatales de Educación y Seguridad Vial, organizadas por la Federación Española de Técnicos y Educadores Viales (FETEVI), desarrolladas en la ciudad cántabra de Cabezón de la Sal, han contado con la participación, entre otros, del Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla Roiz, del Director General del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE, Julio Laria del Vas, y del Presidente de la FETEVI, Julio Magadán. Un foro que ha contado también, con la opinión experta y la participación del Fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas Cabrera, quien centró su intervención en la “responsabilidad social en Seguridad Vial”.

A lo largo de este encuentro se ha profundizado en los recursos didácticos que, desde el punto de vista de la pedagogía, permitan reducir los accidentes en carretera, —una verdadera pandemia que mata a 1.200.000 personas al año en el mundo—.

Unidos en este ineludible asunto, los participantes en las IX Jornadas han concluido en la necesidad de hacer un esfuerzo para ser creativos y usar metodologías destinadas a que la gente “se implique en su propio proceso formativo”. Así consideraron, que más allá de las formulas tradicionales habría que prestar atención a actividades interactivas, —tales como juegos de mesa, teatros o juegos de comunicación—, que calen en los sectores más jóvenes de la sociedad. Si bien, “la educación vial debe ir dirigida a todos, no sólo a niños”, sino también, y especialmente “a aquellos adultos que en el marco de su actividad laboral deban hacer uso de las carreteras”.

Para los educadores viales el cambio es posible, “hay que acabar con el sentimiento de resignación y acercarse cada vez más a la todavía utópica visión cero”. “Para ello, es imprescindible trabajar en la mejora de las vías, la mejora de los vehículos, y, por descontado, en el cambio actitudinal de las personas”, añaden en su escrito de conclusiones. Nada de ello será posible sin sumar las iniciativas de todas las entidades públicas y privadas, para consolidar un proyecto integral de educación vial eficaz. Un proyecto común, donde resulta de vital importancia el trabajo de “formación de formadores”. En este sentido, según los expertos, la figura del coaching se presenta como una de las herramientas más innovadoras para potenciar la autonomía y aptitudes del educador vial.

Otro interesante punto ampliamente debatido en el seno de estas Jornadas hizo referencia a la educación vial como parte de la “Educación para la salud”, un concepto que implica fomentar la calidad de vida, el respeto mutuo y la autoestima. “El comportamiento vial implica un proceso de toma de decisiones que se realizan en un contexto cultural, no podemos abstraernos de ese contexto, sino, adecuarnos a él”, apuntaron. Hay que aprender, que se puede influir en los otros con un comportamiento positivo, y que debemos aprender a resistir la presión social que nos pueda llevar a comportamientos inseguros. Es necesario, así, “tener una adecuada percepción del riesgo, así como un nivel suficiente de consciencia tanto de los motivos internos que nos llevan a tomar una decisión como de nuestras capacidades reales para ejecutar un comportamiento seguro”.