El fiscal Superior de Madrid, Jesús Caballero Klink, y el fiscal Provincial de Madrid, José Javier Polo, han ofrecido una rueda de prensa con el objetivo de aclarar la postura del Ministerio Público en relación a los quince acusados en el juicio del Madrid Arena, que ha dado  comienzo el martes 12 de enero.

El Ministerio Fiscal  considera a Miguel Ángel Flores como principal imputado por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y treinta delitos de lesiones por imprudencia, por lo que solicita para él una pena de cuatro años de prisión, que es la máxima que permite el Código Penal.

El Fiscal Superior de Madrid, tras reiterar el apoyo incondicional del Ministerio Fiscal a los familiares de las victimas, subrayó que la figura legal que se aplica en este caso es el concurso de delitos y aclaró que "con la Ley en la mano no se puede pedir más pena que cuatro años de prisión”, y añadió que “cualquier pena superior a ésta sería ilegal". "El Código Penal no deja otra opción", puntualizó.

“Otra cosa sería si se tratase de delitos dolosos”, pero en el caso del Madrid Arena, la omisión de los acusados produce un conjunto de delitos, de ahí que la pena sea genérica. De esta forma, la Fiscalía ha querido dejar claro que la pena es la máxima. 

Al resto de acusados, el Ministerio Fiscal les imputa también cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y dieciséis de lesiones por imprudencia grave, por lo que solicita tres años de cárcel, mientras que a los dos médicos se les imputan tres delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, hechos por lo que reclama dos años y seis meses de prisión.

La Fiscalía les acusa a todos ellos de una "falta absoluta de control y de medidas de seguridad, seguido de un desmesurado caso de sobreaforo en el que claramente se infringen las previsiones". "Todo ello condujo al hecho fatal de la avalancha", concretó el fiscal José Javier Polo.

Por su parte, Caballero Klink expuso que el exceso de aforo “fue muy importante pero no determinante”, al referirse al sobreaforo como una "con-causa" en el resultado fatal. "Fue un elemento junto con otros más como el cúmulo de dejaciones y omisiones que se produjeron desde la previsión inicial del espectáculo hasta el momento de la tragedia", enfatizó.

"El aforo fue absolutamente desbordado de una manera completamente negligente", señálo Polo, y añadió “que habrá que ver en el juicio los distintos recuentos de entradas”. El Ministerio Público sostiene que la seguridad estaba planificada para 7.000 personas pero no para las 23.000 que entraron al recinto aquel día. El Madrid Arena "no fue un accidente sino que fue una cuestión claramente evitable". "La intervención pasiva de los acusados y su falta de acción contribuyeron a este resultado", concluyó el Fiscal.