Fiscales, magistrados y abogados, compañeros y amigos de Eduardo Fungairiño Bringas, Fiscal de Sala del Tribunal Supremo, han tributado un homenaje a su persona en el transcurso de un almuerzo celebrado hoy.

Juan Ignacio Campos, Fiscal de Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, ha recordado sus primeros pasos en la Fiscalía de Barcelona en compañía de Eduardo Fungairiño, que era un icono y una referencia para los Fiscales allí destinados. Campos ha dicho del homenajeado que en el tiempo que compartió con él nunca le escuchó ninguna queja.

El Fiscal General, Julián Sánchez Melgar, ha querido con sus palabras agradecer en nombre de la institución que dirige la dedicación y entrega de Eduardo Fungairiño a la Carrera Fiscal. “Eres y has sido un baluarte para toda la carrera”, ha afirmado. Sánchez Melgar ha dicho que la vida no es fácil para personas con discapacidad, pero que gracias a personas  como Eduardo el Ministerio Público se ha ido concienciando para eliminar las barreras que les impiden desarrollar su vida con plenitud.

Una vez destinado en la Audiencia Nacional, Fungairiño asumió la acusación del primer macro juicio de nuestra reciente historia, el del síndrome tóxico, y logró una sentencia histórica. En esa sede judicial vivió las peores ofensivas de la banda terrorista ETA, que intentó acabar con su vida y a la que se combatía con pocos medios.

Por su parte, Eduardo Fungairiño, en sus palabras de agradecimiento, ha recordado los 26 años de carrera en los que permaneció destinado en la Audiencia Nacional, una suerte de infantería acorazada de la que salió para ir destinado a la Sala Penal del Tribunal Supremo, el Estado Mayor, ha explicado con palabras gráficas.

Han asistido al homenaje los anteriores Fiscales Generales, Eduardo Torres-Dulce y Consuelo Madrigal, el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, el magistrado del Tribunal Constitucional, Antonio Narváez, y numerosos Fiscales del Tribunal Supremo y de otras instancias judiciales.