La Fiscalía General del Estado ha publicado una nueva instrucción sobre la formación inicial y continuada del Ministerio Fiscal firmada por el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz.

Esta instrucción  establece un marco renovado para la formación de los miembros del Ministerio Fiscal que responde a la necesidad de actualizar y mejorar los procesos formativos en consonancia con las exigencias actuales del entorno jurídico y social.

El fomento de la excelencia técnico-jurídica de las y los fiscales “constituye un objetivo estratégico irrenunciable para el Ministerio Fiscal, puesto que la alta cualificación de sus miembros es presupuesto necesario para ejercer satisfactoriamente las misiones asignadas por el art. 124 de la Constitución Española”, según indica el texto.

En ese sentido, la instrucción mantiene que “el elevado nivel técnico de los miembros del Ministerio Fiscal debe ser promovido, actualizado y reforzado durante toda su vida profesional mediante un exigente sistema de formación continuada”.

La formación: un derecho y un deber

La nueva instrucción subraya que la formación es “un derecho y un deber” de los fiscales, y destaca la importancia de la igualdad de oportunidades y la formación por competencias orientada a la promoción profesional. También enfatiza la necesidad de una formación continua, individualizada, especializada y de alta calidad para garantizar la excelencia técnico-jurídica.

Esa configuración de la formación como un derecho y un deber precisa de la garantía de que todos los miembros del Ministerio Fiscal accedan a ella en condiciones de igualdad ateniéndose a los criterios de igualdad de género establecidos en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y como se establece también en el II Plan de Igualdad de la Carrera Fiscal aprobado el pasado julio.

La igualdad de oportunidades implica facilitar la concurrencia de todos los fiscales a la oferta formativa promovida por la Fiscalía General del Estado, con especial atención al deber de las jefaturas de adoptar medidas organizativas que faciliten el ejercicio del derecho a la formación.

Asimismo, la Instrucción 1/2024 defiende un modelo que distinga entre materias generales y especializadas, e insiste en la necesaria coordinación entre especialidades.

Además de una sólida formación jurídica, se aboga por la formación de las y los fiscales en competencias como la dirección, organización y motivación de equipos de trabajo, técnicas de gestión del cambio y de resolución de conflictos, comunicación institucional y relaciones con los medios de comunicación, habilidades lingüísticas, planificación estratégica orientada al sector público o gestión de herramientas informáticas.

Plan de formación

El plan de formación de la carrera fiscal, elaborado por la Secretaria Técnica de la Fiscalía General del Estado, se estructurará en torno a ejes estratégicos que se revisarán anualmente. También incluirá un cronograma detallado para la formación inicial y continuada, con contenidos que abarcan desde conocimientos jurídicos básicos hasta habilidades en digitalización, organización, cooperación e inteligencia artificial.

Este plan fijará tanto la duración tanto del curso selectivo teórico-práctico obligatorio para los nuevos fiscales, que se ejecutará en el Centro de Estudios Jurídicos, como de la fase de prácticas tuteladas que se desarrollará en las fiscalías territoriales.

En este sentido, la regulación del Real Decreto 312/2019, de 26 de abril, por el que se aprueba el Estatuto Orgánico del Organismo Autónomo Centro de Estudios Jurídicos, ha supuesto un sustancial logro al atribuir a la Fiscalía General del Estado la competencia sobre el diseño estratégico de los planes de formación inicial y continuada de la carrera fiscal, lo que aumenta la autonomía funcional del Ministerio Fiscal.

Instrumentos formativos

Entre los instrumentos formativos que se emplearán, destacan los cursos generales y especializados, talleres, jornadas de trabajo, estancias y visitas de trabajo, así como actividades formativas especiales como la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal que imparte sus cursos en el Pazo de Mariñán (A Coruña).

Además, se promueve la formación online, la descentralización para facilitar la conciliación laboral y familiar y las bolsas de estudios que sirven para que las y los fiscales aprovechen los recursos pedagógicos que ofrecen otras instituciones como universidades, centros o institutos españoles, extranjeros o internacionales.

Las actividades formativas podrán ser centralizadas (dirigidas a todos los integrantes de la carrera fiscal con independencia del lugar en el que se celebren), descentralizadas (que tienen lugar en la sede correspondiente a una o varias fiscalías territoriales y que usualmente estarán enfocadas al tratamiento de cuestiones de especial interés en ese ámbito), e internacionales (llevadas a cabo por fiscalías o centros de formación judicial de terceros países o por instancias supranacionales).

La nueva Instrucción aboga por potenciar las publicaciones del Ministerio Fiscal como una medida que fortalece el proceso formativo y destaca la publicación de la Revista del Ministerio Fiscal.

Compromiso con la excelencia

La instrucción defiende que, con carácter general, las actividades formativas “han de evolucionar hacia un marcado carácter práctico, orientado hacia la formación por competencias”. Introduce así talleres de resolución de casos prácticos y combinando sesiones plenarias con el trabajo en grupo o talleres de trabajo paralelos en que se fomente la participación para que el alumno sea un sujeto activo de su propia formación.

Con esta nueva instrucción, la Fiscalía General del Estado reafirma su compromiso con la excelencia y la mejora continua en la formación de sus miembros para garantizar una justicia de calidad al servicio de la ciudadanía.