Héctor Melero, primer fiscal ciego de España, nos habla con motivo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

¿Qué significado tiene este día para usted, como persona ciega?

Es un día especial, ya que se conmemora nuestro día y se nos otorga visibilidad a tantas personas con discapacidad que vivimos en España y en Europa. Aun cuando hoy en día, por la situación y las circunstancias en que, debido a los Estados sociales existentes en Europa en general y en España en particular, pudiera considerarse como absurdo o innecesario, es tan necesario como siempre, ya que continúa habiendo discriminaciones que existen aunque no se perciban a simple vista, como puede ser el acceso al empleo.

También debemos las personas con discapacidad españolas y europeas sentirnos afortunadas, ya que, en otras partes del mundo no existe ni de lejos la integración que tenemos nosotros, así como también estamos obligados a trabajar para que los avances existentes en Europa se proyecten en todo el mundo.

¿Cree que la sociedad española entiende las dificultades cotidianas de las personas con discapacidad?

Cada vez se avanza más en ser comprendidos, en aceptar situaciones como la discriminación positiva o las leyes de apoyo, pero también nos queda un largo camino por recorrer. Esto es, en mi opinión, porque existe un gran miedo a lo desconocido, y muchas veces, hay personas con discapacidad que realizan algo por primera vez.

En mi caso particular, cuando aprobé la oposición a la Carrera Fiscal, mucha gente preguntaba por las redes sociales y en foros si iba a ser capaz de desempeñar bien mis funciones y dudaba incluso de que hubiese hecho los méritos suficientes para aprobar. Y creo que no lo hacían por maldad, sino por desconocimiento de la realidad.

¿Siente que las reformas legislativas que se han ido sucediendo a lo largo de estos últimos años (la última, y muy relevante, ha sido la Ley 8/21, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica) inciden en el cambio de actitud, de mentalidad de la ciudadanía en relación con las personas con discapacidad?

Sin duda, estas reformas son positivas para las personas con discapacidad, ya que pasamos de una legislación que ponía el foco en las medidas tutelares a otra que pone el foco en la propia persona, facilitándole los medios necesarios para que pueda desarrollar el libre ejercicio de su personalidad de la forma más autónoma posible.

No obstante, no soy un especialista en estos temas, ya que desempeño mi actividad profesional en la sección penal de la Fiscalía Provincial de Valencia y no me dedico al derecho civil, por lo que, a pesar de ser una persona con discapacidad, no debe darse a mi opinión mucha importancia.

Esto lo digo porque, para hablar de discapacidad no hace falta ser una persona con discapacidad, y debido a que hay muchas personas sin discapacidad sensibilizadas con este tema, particularmente y en lo que a mí respecta, los compañeros y compañeras de la Sección Civil de mi Fiscalía que llevan este tema todos los días y que podrían contestar a la pregunta infinitamente mejor que yo.

En el ámbito de la Administración de Justicia en el que trabaja como fiscal, ¿considera que hay que avanzar en efectividad del derecho al acceso a la justicia de las personas con discapacidad?

Sin duda, en una doble vertiente, tanto para los ciudadanos que acuden a las instituciones de Justicia como para los profesionales con discapacidad que cada vez más nos vamos incorporando a trabajar en la administración.

En cuanto a los primeros, creo que es importante la figura del facilitador y del mediador, así como también que las personas que trabajamos en la Administración de Justicia tengamos cada vez más sensibilidad, esto puede ir, desde explicar a una persona con discapacidad intelectual la conformidad a la que acabamos de llegar en el juicio en que ha sido víctima como a redactar una sentencia con un lenguaje claro y comprensible para quien va a solicitar tutela judicial o enviar una resolución judicial en formato accesible a una persona ciega.

También, y en cuanto a las personas con discapacidad como servidores públicos y trabajadores en la Administración de Justicia, deben de tenerse en cuenta sus necesidades, facilitando los medios necesarios para cubrirlas, lo que ocurre en mi caso personal.

En su desempeño como fiscal, ¿qué le gustaría reseñar del binomio logros-retos?

​​​​​​​Soy una persona tremendamente afortunada por dedicarme a lo que me gusta, que es el ejercicio del Ministerio Público, como también por el acogimiento, la ayuda y el apoyo que estoy recibiendo por parte de toda la carrera, que ha puesto muchas facilidades ante el reto de la primera persona en España ejerciendo nuestra maravillosa profesión.

A nivel de mi trabajo en Valencia, debo agradecer tanto a la Fiscal Superior de la Comunidad Valenciana, Teresa Gisbert, como al Fiscal Jefe de la Fiscalía Provincial de Valencia, José Francisco Ortiz, su gran ayuda y apoyo incondicional, así como que me hayan facilitado un lote de trabajo que mejor se adaptaba a mi discapacidad.
Debido a que el papel, para poder despacharlo, había que escanearlo y siendo muchas y voluminosas las causas, decidimos que de momento llevase solo juicios, ya que para ejercer mi función en una vista oral se necesita escanear menos volumen de papel.

Sin embargo, tengo la esperanza de que algún día llegue el papel cero y pueda llevar un juzgado como el resto de mis compañeros. Hasta que este día llegue, y para no perder el contacto con los procedimientos, me he integrado en la Sección de Tutela Penal de la Igualdad y contra la Discriminación, donde estoy muy contento y llevo alguna causa y diligencias de investigación penal y a cuya coordinadora, Susana Gisbert, solo puedo agradecerle la confianza que me ha dado.